Quererte a ratos

Creo que estoy enamorada a ratos. Es como si hubiese momentos en los que el tiempo fuera un poquitin mas lento y el corazón palpitara con un fuerte tamborileo. Me gusta sentir mi corazón palpitar rápido, es como el toc toc al golpear una vieja puerta, como si el corazón quisiera salir corriendo del pecho y huir a esconderse. Me pone nerviosa hablar de nuestros latidos al unisono, aunque bueno, tampoco era muy fácil concentrarse en ellos cuando me quedaba atontada con tu olor. Tu olor, el olor que al recordarlo me ayudaba dormirme en las noches de insomnio, es así como fresco y afrutado. Las noches son atormentantes cuando pienso en tantas cosas sobre ti, intentando visualizar cada parte de ti, cada mueca, cada linea, no quiero olvidar ni el mínimo detalle de tu cuerpo. Me pongo tonta cuando hablamos, seguro que se me nota aunque hagas como si nada, me cuesta horrores volver a la tierra. ¿Veis? Ya me volví a caer y hablo y hablo sin parar. No quiero hablar mas sobre ti, mi subconsciente parece que nunca entenderá que no puede jugar así conmigo, tamborileando mi corazón, dejándome ciega del mundo cuando huelo tu perfume o soñar que nos damos uno al otro mas de una simple acaricia. No puede liar tanto mi vida, no puede quererte tanto a ratos.

Pegada como una pegatina

Quiero acariciar todo tu cuerpo con mis dedos y que jueguen con tus manos al encontarse. Quiero besar cada tramo de tu espalda, subiendo y bajando hasta formar un camino, el camino en el que se podria basar mi vida. Quiero comerte con los ojos poco a poco sin que te des cuenta. Quiero sentir esto siempre, quiero quererte mas con cada mordisco.

Una sensación disparatada

Hoy volví a caer. Una sensación dulce me golpeo fuerte, como un huracán me humedeció las ideas y me succiono por dentro. Todo mi cuerpo es como una pecera donde pequeños peces me muerden y me hacen cosquillas. La tensión me sube un poco más con cada mordisco. Esta sensación me come y me mata por dentro. Dejadme respirar, dejadme pensar, deja de mover a tu antojo las ideas de mi cabeza.

Odio

Para cuando quería darme cuenta mis ojos estaban ciegos y mi frente ardiente. La ira entraba en los pulmones y salía por los poros, se notaba la presión por todas partes.
No hacía falta idiomas para entender, las miradas con rencor exprimían las palabras. Todo se quedo en una oportunidad fallida.
Es la imagen del odio que aveces se apodera del ser humano.

Un "adios" algo invisible

Llega un momento de cambios, un tiempo en el que las decisiones complicadas se llenan de bipolaridad. Te haces la madura y contienes las lágrimas que retumban por dentro al ritmo de los latidos de tu corazón. Sigues adelante, pero te preguntas constantemente ¿qué será de todo?¿me extrañaran?¿me acostumbraré a todo esto? Es entonces cuando te paras en seco a mirar la gente pasar, te bordean como si no les preocupara, eres invisible, la gente esta demasiado ocupada con sus ajetreadas vidas como para preocuparse de tu mente colapsada. Tu te iras y la única diferencia es que ya nadie te bordeara en las calles. Una persona colapsada de tanta información se marchará para darle paso a otra.

Es duro quedarte mirando, ver que todo es hermoso y lo seguirá siendo cuando me valla.

La parábola del tonto

No se como llegue aquí, noto como el corazón me late muy deprisa y no puedo parar mis pies. Recuerdo momentos borrosos de a lo largo del día, pero no me dicen mucho, tan solo me hacen sonreír. Hace un frío espantoso, pero noto como mi cuerpo arde y se puede ver en mis sonrojadas mejillas como algo quiere estallar por dentro. Reconozco que estoy cansada de correr por esta calle interminable, pero de algún modo tengo que manifestar esta extraña e incontrolada energía. Tras unos segundos descargando mis impulsos me paro en seco, meto una mano en el bolsillo de la chaqueta y saco cuatro monedas, luego mientras mis ojos reflejan la luz de las farolas que me acompañan por el camino, lanzo las monedas sin mirar a donde caen. No me importa ni el color, ni el numero, solo espero que quien recoja alguna de ellas tanga la misma suerte que yo esta noche, hasta el punto de perder la memoria por ella.

Nada parece suficiente

Se que con lo que tengo debería bastarme,
pero quiero más.
Quiero ver como me alejo en avión del lugar que me vio crecer
y olvidarlo todo, tanto lo bueno como lo malo,
para poder reiniciar un albun de nuevos recuerdos.
Desearía poder aprender a leer el pensamiento,
para poder decidir por los dos sin tener que poner a ninguno en un aprieto.
Desearía que todos los días fueran de invierno,
para poder caminar por las calles a oscuras
al ritmo de cualquier canción que retumbe en mis auriculares.
Desearía ser la lluvia que choca contra cada ventana del mundo,
para poder observar a la gente aburrida que yace dentro.
¿Por qué no puedo conformarme? Quizás el ser humano es insaciable y egoista, siempre quiere mas y mas.