miércoles, 24 de agosto de 2011

5 centímetros por segundo

Un poco más, sí, cuando me quiera dar cuenta ya podré escuchar tu risa estallar. Me decido a contar los segundos que me quedan encerrada esta claustrofóbica  caja. Aquí todo es intranquilo, el mal estar del silencio, los objetos sin olor alguno y por si fuera poco nada me da miedo. Voy caminando, contando los pasos y mirándome los pies mientras ando, observando haber si hay algo diferente, pero no, camino por caminar ya que no avanzo nada. Pero hoy es un día diferente, corro hacia una salida clara y precisa, un túnel, una carrera y al final en la meta me esperas tú. Poquito a poco voy entendiendo lo complejo que es este mundo separado por la distancia, todo es un caos, no hay nada en desorden. Tengo miedo a no tener miedo a nada cuando no estas tú.

sábado, 20 de agosto de 2011

Puertas que no deven abrirse

Camino lentamente hacia una puerta, me dispongo a abrirla, ¡pero como! ¿Alguien llama? Miro por la mirilla y no hay nadie. Giro el pomo cuando la puerta es envestida por la presión del agua. Entra más y más agua y yo sin poder salir. Buceo hasta el fondo donde encuentro un tapón y lo desenrosco, el agua escapa por el minúsculo agujerillo, pero ya no es trasparente, sino de mil colores distintos. Miro a mí alrededor y todo es un vacio blanco que no tiene fin. Busco la puerta, ha desaparecido. La decisión de abrir esa puerta se lo llevo todo consigo, sus colores vivos, sus aromas… Todo absolutamente todo, hasta mi vía de escape. Ahora no tengo escapatoria.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Gotitas de sal

El romper de las olas del mar, las oigo gritar en el intento de desbanecer sus particulas para combertirse en burbujitas de una intensa espuma que me cosquilleen los dedos de los pies. Lo consiguen por unos segundos pero luego vuelven al mar con el vaiven de las olas que emborrona al irme mi cuerpo moldeado en la arena. Parece querer borrar todo rastro de mi, purificando con gotitas de sal mi mirada hacia el horizonte o mis pasos en la arena. Yo solo soy alguien mas que pasa por aqui, sin embargo el mar sigue ahi con su vaiven de las olas y con el resplandor del sol al ponerse en el horizonte.